Los operativos de tránsito durante el fin de semana en Neuquén Capital culminaron con 84 controles de alcoholemia de los cuales solo 7 fueron positivas. Los puestos se ubicaron en distintos puntos de la ciudad, y en la zona de Río Grande se desplegó un intenso trabajo que terminó con una moto secuestrada, cuyo conductor intentó escapar de los controles, cayó con su rodado y estaba alcoholizado.
Facundo Churrarin, director de Tránsito, contó que el sábado por la madrugada se vivió el “caso de una moto de baja cilindrada que iba por la calle Río Negro en sentido norte/sur. Al ver el control en Purmamarca se desvió rápidamente a la derecha y al hacerlo se chocó el cordón, y tanto el conductor como el acompañante cayeron al piso. Ambos venían con casco, y sufrieron nada más que algunos golpes producto de la caída, pero cuando se le hizo la alcoholemia al conductor tenia 1,78 g/l con lo cual se procedió al secuestro del rodado, y retención de la licencia”.
“En tanto el domingo por la madrugada en el mismo puesto, pero en el sentido sur norte avanzaba un auto a cuyo conductor se le hace el test y le arroja 1,86 g/l, si bien no tuvo ningún inconveniente con el operativo, los ocupantes si se molestaron y comenzaron con insultos a los inspectores, por lo que tuvo que intervenir un móvil policial de la Comisaría Segunda para terminar con las agresiones”.
