El vicegobernador Rolando Figueroa recibió este martes en el marco de una visita institucional a autoridades del Colegio San José Obrero que cumple esta semana 50 años de historia. Allí se reunió con el padre Natalio Freitas, responsable de la parroquia, y el administrador del colegio, Gastón Maina. “Este colegio sigue generando buenos alumnos, pero fundamentalmente personas que egresan con valores que acompañan la posibilidad de progreso”, expresó Figueroa.
La Legislatura apadrina a la institución desde hace 26 años, y en ese contexto se entregó un aporte económico para colaborar en los gastos de funcionamiento de los talleres y el comedor escolar del colegio. “Veo cómo en este colegio han trabajado con los jóvenes y renuevan permanentemente ese compromiso salesiano. Recorrí el colegio y se nota en la felicidad de los chicos, el aprendizaje y el cariño de los profesores, quienes gran parte son egresados del colegio”, valoró el mandatario durante la reunión.
De la misma manera, dijo que cuando recorre la provincia y se encuentra con ex alumnos, “permanentemente manifiestan el amor y agradecimiento hacia este hermoso colegio que tienen la provincia del Neuquén”.
El padre Natalino proviene de Timor Oriental, en el continente asiático, hace once años se encuentra en el país y desde el año pasado integra la obra de la parroquia de San José Obrero. “Contento por trabajar con estos chicos que vienen de una realidad social vulnerable, porque fue la opción de Don Bosco también y de los fundadores de la institución”, indicó.
Gastón Maina dijo que se encuentran culminando los preparativos para el acto oficial por el aniversario, que se realizará el próximo viernes a las diez en el santuario de Don Bosco, y el día sábado realizarán una misa de acción de gracias por estos 50 años en la comunidad neuquina. Maina explicó que para el año que viene están trabajando en un ciclo básico técnico, tras la finalidad del secundario, “para que no seamos una técnica más, sino mantengamos un diferencial”.
El colegio fue fundado en 1969 patrocinado por el obispo Jaime de Nevares, con el objetivo formar obreros especializados y ayudar a adolescentes y jóvenes a formarse para el futuro. Cuenta con orientación técnica en electricidad, carpintería y herrería; entre otras.
