Por la pandemia, tres emprendedores se iniciaron en el cultivo hidropónico de hortalizas

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El vivero Don Domingo de Plottier cuenta con el asesoramiento técnico y financiamiento de Centro PyME-ADENEU. La hidroponía permite obtener ciclos productivos más cortos y disponibilidad de verdura de forma constante.

Si bien el cultivo de hortalizas mediante el método hidropónico no es usual en la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, tres socios de Plottier decidieron apostar por este sistema productivo. Se volcaron a la actividad productiva luego de que sus trabajos, relacionados a los servicios petroleros, se vieron afectados por la baja en la actividad y la crisis generada por el coronavirus.

Martín Amarante, Jorge Meñica y Víctor Malave se acercaron al Centro PyME-ADENEU ya con la idea de desarrollar un proyecto basado en la hidroponía. Desde la agencia se los acompañó en el contacto con emprendimientos similares de la región para conocer la dinámica y la estructura necesaria, además de recibir asesoramiento técnico personalizado y financiamiento para la construcción del vivero y la estructura que requiere este sistema productivo.

Bajo el sistema hidropónico se logra continuidad y más ciclos de producción al año. A su vez, la disposición de las plantas, en tubos por los que corre el agua y que están ubicados sobre caballetes, hace más cómodo el trabajo para los operarios.

“Somos tres socios y trabajamos en empresas relacionadas a los hidrocarburos y no teníamos experiencia en esto” contó Amarante. “Con la pandemia bajaron nuestros trabajos, tuvimos mucho tiempo de estar en la casa. Decidimos reparar un tractor que estaba abandonado y empezamos a hacer trabajos fuera de la chacra para limpiar terrenos, para hacer distintas cosas. Decidimos empezar a trabajar la chacra y cuando quisimos plantar no sabíamos qué poner”, relató.

En principio consultaron a un vecino que produce en su chacra, y al ver un vivero quisieron recurrir a ese tipo de estructura. “Mirábamos tutoriales y nos dimos cuenta de que la hidroponía salía más rápido, por eso decidimos encarar por ese lado”, explicó Amarante.

“Gracias al acompañamiento del Centro Pyme, con financiamiento, pudimos hacer la primera compra de los tubos para encarar el primer cultivo y mientras tanto nos siguen apoyando. Nuestra idea es hacer más naves de invernaderos para poder seguir creciendo”, indicó Meñica.

A los pocos meses de iniciado este emprendimiento, lograron una primera venta de 450 atados de rúcula, provenientes de unos 1.300 plantines. “En cuestión de 4 o 5 días se vendió todo”, señaló Meñica y agregó que ahora esperan la primera cosecha de lechuga, rulito y manteca, “para lo que tenemos una capacidad de 2.800 plantas”.

La cuenta de Instagram del emprendimiento es @somosdondomingo. Los interesados en recibir asesoramiento técnico del Centro PyME-ADENEU pueden hacerlo a través de la app disponible en pwa.adeneu.com.ar.

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