Se fabricó una pasteurizadora de fórmulas lactantes en el Castro Rendón

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La anterior se encontraba obsoleta y como una nueva tenía costos elevados, técnicos del hospital desarrollaron una máquina propia.

El equipo de trabajo del servicio de Electromedicina del Hospital Provincial Neuquén Dr. Eduardo Castro Rendón, fabricó una pasteurizadora de leches que son utilizadas para bebés en las áreas de Neonatología y Pediatría.

Guillermo Campetella, técnico electrónico, jefe del servicio de Electromedicina, que depende del departamento de Ingeniería Hospitalaria, explicó que “a principios de este año nos pidieron un diagnóstico de una pasteurizadora que estaba teniendo fallas desde ya hace un tiempo” y agregó que “pudimos detectar que ya estaba obsoleta y no tenía soporte técnico para seguir usándola por lo que comenzamos a averiguar para comprar una nueva”.

“Al ver esos costos, que consideramos elevados, en el servicio decidimos elaborar un proyecto”, dijo Campetella y precisó que “se hizo un análisis y utilizando el esqueleto de acero inoxidable de la vieja, fabricar una pasteurizadora nos daba un valor mucho más bajo de lo que nos costaba comprar una nueva”.

Campetella comentó también  que “la ventaja de haberla fabricado nosotros, además de hacerlo a un costo muy bajo, nos permite a futuro y al tener nuestro propio sistema operativo, no tener que depender de un tercero ante cualquier problema”.

Señaló que para fabricar la pasteurizadora de fórmulas lactantes la mayoría de los insumos fueron adquiridos en Neuquén, “en algunos casos debimos esperar a que llegaran los materiales, a pesar de esto solo tardamos unos tres meses en fabricarla” y comentó “ni bien hicimos el proyecto, se hicieron cuadros comparativos de comprarla o desarrollarla nosotros,  y tuvimos inmediatamente el apoyo. Queremos agradecerles a la dirección de Administración, la dirección general del hospital y al servicio de Compras”.

Se trata de una pasteurizadora de leches que son utilizadas para bebés en las áreas de Neonatología y Pediatría.

La fabricación

Pablo Huerga, ingeniero electrónico que trabaja en el servicio de Electromedicina, escribió el software de la nueva pasteurizadora. El software es el lenguaje que utiliza un micro controlador para poder atender las distintas funciones de la procesadora de leche, las señales de los sensores, la orden de calentarla, de vaciarla y de llenarla.

“Nosotros desarrollamos un programa, hicimos un software, elaboramos manuales con detección de fallas, renovamos la máquina, tomamos la estructura y la hicimos nueva”, dijo Huerga. También armaron el tablero y pusieron válvulas nuevas.

El ingeniero electrónico comentó “con la máquina vieja, que tendría unos 15 años, había muchos problemas, además de la falta de soporte del proveedor no teníamos los planos para poder repararla, fallaba cada seis meses”, a lo se sumaba que “la temperatura del proceso de pasteurización que tenía esa máquina era muy alta y hablando con los nutricionistas nos dijeron que no era lo ideal”.

En la fabricación también participó Daniel Coronel, quien lleva 32 años en el servicio de Electromedicina y  es técnico en Electrónica. Armó la pasteurizadora, ensambló los interruptores, realizó la conexión de salida del tablero para comandar las resistencias calefactoras, válvulas de carga y descarga, llenado de agua, controles de nivel  y el montaje de la pantalla. También asesoró y brindó pautas para confeccionar el software.

Técnicos del hospital desarrollaron una máquina propia.

Pasteurizar, un trabajo diario

El sector de Elaboración de Fórmulas Lácteas depende del Servicio de Nutrición del hospital.

María Julia Cavallo, nutricionista que trabaja en el sector, exprsó: “aquí pasteurizamos las leches para los servicios de Neonatología y Pediatría y en algunos casos para adultos; hay dos procesadoras con una capacidad de 48 frascos cada una”.

“La procesadora que hicieron a nueva tiene la misma capacidad que la anterior, pero con la diferencia que al hacer el software nuevo se cargaron distintos procesos de pasteurización  en relación de temperatura y tiempo, eso antes no lo teníamos, ahora podemos pasteurizar en  menor temperatura”, dijo la nutricionista.

Al respecto, indicó que “ahora estamos pasteurizando las leches de fórmula a 64 grados por alrededor de dos horas y tenemos mejor control, se obtiene una leche de mejor calidad, porque muchas bacterias como probióticos o nutrientes que con las temperaturas altas se podían morir y son necesarios para los bebés, con la temperatura que usamos ahora no se mueren”.

Cavallo explicó que “siempre controlamos los procesos con Bromatología de la provincia, todos los lunes les enviamos muestras para que ellos nos den el ok de que las máquinas están funcionando bien y que el proceso se está haciendo en forma óptima”.

En el sector se pasteurizan fórmulas pediátricas; fórmulas para prematuros; fórmulas de inicio, “todo lo que son leches en polvo pediátricas que son reconstituidas, se envasan en frasquitos según lo que van a tomar, si es por zonda o por succión, y se ponen en la máquina para el proceso de pasteurización que comienza a las 8 de la mañana y termina alrededor de las 10, y otro proceso si es necesario que comienza a las 10.30 y termina a la 13 horas”, precisó.

Una vez pasteurizada, se preparan los frascos en bolsas, se colocan en una heladera y después se reparten en los pisos de Neonatología y Pediatría. Las bolsas están rotuladas con el nombre y apellido del paciente, con el tipo de leche y fecha, y pueden conservarse hasta 48 horas en la heladera.

“Es una tranquilidad tener la nueva procesadora funcionando, porque hay chicos que usan leches muy especiales, que se puedan preparar con las características que necesita cada uno y puedas concentrarla agregando lo que tengas que agregarle para que llegue al requerimiento necesario con las proteínas y calorías, nos permite hacer la leche con las características que el médico solicita”, dijo

Un equipo de personal único en la provincia

En la provincia del Neuquén el hospital Castro Rendón es el único que tiene un sector de Elaboración de Fórmulas Lácteas con pasteurizadoras, al que también se lo llama Lactario. No hay personal en los otros hospitales (utilizan fórmulas líquidas) que puedan preparar las leches pasteurizadas.

En el sector trabajan cinco agentes que son auxiliares de salud capacitados desde ya hace mucho tiempo y se dedican solo a desarrollar tareas en este lugar, antes se los denominaba preparadores de material.

“El trabajo es pesar polvos, incorporar líquido, es muy meticuloso y de gran responsabilidad, se preparan leches para bebés de 800 gramos, de un kilo o inmunosuprimidos”, señaló Cavallo y agregó: “tienen la responsabilidad de que la manipulación de la leche sea como tiene que ser, es un equipo muy lindo que trabaja todos los días de la semana”.

“Por la complejidad del hospital aquí atendemos pacientes muchos más graves que en otros hospitales”, dijo y explicó que “por ejemplo, para un bebé de 800 gramos en Neonatología se necesita pasteurizar la leche porque hace falta matar cualquier cosa que le pueda hacer mal”.

Cavallo comentó también que “se usa mucho la leche humana en las neos aunque a veces el bebé no tiene indicación de leche humana porque puede tener intolerancia y necesita usar leches especiales” y precisó que “puede ser una alergia a la proteína de la leche, un intestino corto, por eso se usan fórmulas especiales, o porque la mamá no tiene leche y necesitamos que tenga más calorías que lo haga engordar, entonces se mezcla y se le da un poco de leche humana de la mamá o leche de banco y se mezcla con fórmula de inicio, eso se hace generalmente”.

Para finalizar, aclaró que “en este lactario no solo se preparan fórmulas de inicio, es decir todo lo que es para pediatría y neonatología, sino que también todo la alimentación enteral de la parte de internación de adultos”.

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