Salud es parir libre de violencia

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Este año, del 14 al 20 de mayo, se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado, una oportunidad para fortalecer y destacar la atención de calidad vinculada al embarazo, parto y postparto.

La Semana Mundial del Parto Respetado vuelve a poner el foco sobre los procesos cuidados, respetuosos y libres de violencia. El equipo del Hospital Gregorio Álvarez de Chos Malal relata su trabajo, en el que se afirma el lema 2023 de esta semana: Salud es parir libre de violencia.

Natalia Paviolo, Daniela Marquez y Marta Cristina Barros trabajan en el Hospital Gregorio Álvarez de Chos Malal. Las dos primeras son licenciadas en obstetricia, mientras que la tercera es enfermera, y junto a personal del hospital de distintos servicios conforman un equipo que trabaja constantemente y desde hace muchos años para que el embarazo, el parto y el  postparto sean momentos respetados y cuidados.

El equipo está conformado por dos ginecólogos, 15 enfermeras y enfermeros, la jefa de enfermería y cinco licenciadas en obstetricia. Además, se trabaja en conjunto con el servicio de pediatría.

“Las acciones que realizamos para promocionar el parto sin violencia datan de hace más de nueve años, de estar trabajando en el día a día y a través de lo que se conoce como maternidad segura y centrada en la familia”, comenta Marquez y afirma: “Se promueve a la familia como protagonista del nacimiento, a través de nuestras acciones, de la atención que brindamos en los consultorios, brindando información acerca de la ley de parto respetado y de las elecciones que puede tomar cada familia en relación al nacimiento”.

La información también llega a las personas gestantes mediante talleres que se organizan desde el servicio o en el momento que la persona ingresa. “Son muy amplias nuestras actividades, ya que realizamos actividades de APS, de Atención Primaria de la Salud”, dice Paviolo y destaca los talleres de Preparación Integral para la Mapaternidad, el Consultorio de Lactancia a demanda, sin dejar de mencionar la comunicación permanente con las personas que se atienden en el servicio.

En ese sentido, afirma la licenciada en obstetricia que “tenemos un ida y vuelta muy estrecho con nuestras pacientes o usuarias, ya que contamos con un teléfono, un número de WhatsApp, a donde pueden realizar consultas, sacar los turnos, así que les facilitamos a ellas la atención también a través de ese medio, ya que acá atendemos a todo el norte neuquino”.

Al mismo tiempo, Marquez sostiene que “cada uno de los profesionales promueve la ley de Parto Respetado” y agrega: “Nosotros velamos por los derechos que tiene la familia gestante, la mujer gestante y ese niño por nacer o niña por nacer. No importa el horario en que llegue la gestante, nosotros garantizamos el derecho a elegir y a elegir la forma de parir, no importa quién esté de guardia, trabajamos todos de la misma manera, formando equipo y asumiendo la responsabilidad de llevar una maternidad segura y centrada en la familia adelante. Para que todos y todas las usuarias del sistema puedan tener el mismo servicio de calidad que nosotros podemos brindar, garantizando tanto el bienestar materno como fetal”.

En todos los casos, se trata de “un trabajo sumamente artesanal, en donde somos muchos los actores que participamos en la toma de decisiones y en buscar el eje para brindar la mejor atención y de calidad a cada una de nuestras usuarias, y digo artesanal porque cada mujer gestante, cada familia, es una individualidad que necesitan una atención muy particular, completamente individualizada, en este sentido no hablamos de generalidades”, precisa Marquez.

 “Las horas de oro”

 Desde la mirada de la enfermería, Barros explicó que lo que buscan es “acompañar y poder brindar a cada familia la posibilidad de estar presente (en el parto) y que disfruten de ese momento, que la verdad no tiene palabras, porque cada uno le pone un valor diferente”.

En este sentido, la enfermera detalló: “(luego del nacimiento) Acompañamos en estas horas especiales, que le llamamos las horas de apego, de oro, «COPAP», contacto piel a piel, que trabajamos en conjunto. Estas son dos horas importantes que a cada familia le queda un recuerdo único”.

Así, Barros describió: “Consiste en dejar al bebé en contacto con la piel de la mamá al nacer. Ahí se queda un rato hasta que comparte y la mamá decide que lo recepcionen y lleven a pediatría para hacerle lo que tiene que realizar y después de revisar al bebé y todas esas cuestiones. Ese contacto, no hay palabra que lo explique”.

Además, la enfermera indicó que en esa instancia, “cuando el bebé queda haciendo contacto piel a piel con la mamá”, trabajan en conjunto con Pediatría para vacunar al bebé “sobre el pecho de la madre”. “El bebé ni siquiera presenta llanto porque está en contacto directo, está prendido al pecho, entonces le da tranquilidad a la mamá, que no lo ve llorar y se aprecia de otra manera”, afirmó.

El trabajo del equipo de Chos Malal es uno de los tantos ejemplos que hay en la Provincia que, en línea con las políticas sanitarias provinciales, trabajan para garantizar el parto respetado y los derechos de las personas gestantes y las personas recién nacidas, y promocionar la salud y la atención humanizada, inclusiva y respetuosa, en beneficio del bienestar de las personas y la reducción de muertes perinatales.

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