Luego de anunciar semanas atrás 200 millones de pesos de inversión para la fábrica de ladrillos cerámicos Cersinpat (ex Stefani), Ramón Rioseco destacó la importancia que tiene para la localidad «poner a nuestra cerámica en el primer nivel de competitividad». Explicó que el cerámico hueco «está de moda en el mundo» y es el más utilizado en el país, por lo que augura «un gran futuro para la fábrica y sus trabajadores».
«Tenemos muchas expectativas de que pueda seguir creciendo, con más puestos de trabajo y mayor producción, porque tienen un gran mercado en esta zona de la patagonia», aseguró.
A su vez indicó que la inversión que lleva adelante el municipio y el ENIM, tanto para el equipamiento nuevo como para el reacondicionamiento y las capacitaciones, «es un proceso simultáneo que ya está en marcha». «Se concretó la visita a Brasil para la adquisición de la maquinaria y solo resta que se apruebe la ordenanza para transferir los fondos. Asimismo ya se trabaja en la dificultad más urgente que tiene la fábrica, que es la reparación del techo», detalló.
Vale recordar que desde su expropiación Cersinpat se encuentra bajo control obrero y actualmente más de 70 familias viven de la cerámica. Según el propio Rioseco «se trata de una fábrica que es histórica para la comunidad y el objetivo de este proceso es ponerla al servicio del trabajo, la industrialización y el desarrollo».
